... su dirección musical de este Ernani valenciano ha sido sobresaliente y ha confirmado su gran talento. Ya desde la obertura, como es innegociable en Verdi, la orquesta, vibrante y enérgica, nos situó en atmósfera teatral. Spotti, por supuesto, obtuvo un espléndido sonido de la estupenda orquesta, pero eso no es suficiente en este Verdi temprano, aún un tanto agreste como orquestador. Además de lo expresado, la joven batuta supo diferenciar planos orquestales y exhibir articulación genuina y claridad expositiva. Con gesto tan claro como preciso, Spotti acompañó magníficamente a los cantantes, apuntaló la tensión y progresión teatrales con una labor incandescente, de la que fueron buenos ejemplos el concertante final del acto primero, impecablemente construido con la adecuada progresión y un flamígero impulso rítmico, así como el gran coro del tercer acto «Si ridesti il Leon di Castiglia» paradigma del ardiente Verdi risorgimentale y en el que el coro de la casa puso guinda a su notable labor de toda la noche. En opinión del que firma, Michele Spotti es el director italiano joven de mayor talento de los que he visto en directo. Se interpretó la obra completa, con todas las repeticiones y da capo. Spotti dejo fuera, al igual que hacía Muti, la cabaletta del bajo “Infin che un brando vindice”, ya que la autoría verdiana de esta página está puesta en duda."
(Raúl Chamorro Mena, Codalario)
“Al frente de la Orquesta de la Comunidad Valenciana ha debutado el joven maestro milanés Michele Spotti, con una dirección de gran sensibilidad y dinamismo, mimando todos los detalles, arropando a los protagonistas, siempre pendiente de las entradas, y resaltando los valores dramáticos de una partitura de un joven Verdi pero en la que ya dejó patente su maestría. Spotti, de 29 años, se llevó una cerrada ovación del público, que premió la entrega del director y la gran actuación tanto de la orquesta como del Coro de la Generalitat, en una nueva exhibición de excelencia que hizo las delicias de los espectadores, que llenaron la sala principal de Les Arts en la despedida de la temporada.”
(Joan Castelló, La Vanguardia)
“Redonda sin tachas fue la dirección musical del joven maestro italiano Michele Spotti, quien a sus treinta años (uno menos de los que tenía Verdi cuando compuso Ernani), se ha revelado como maestro fuera de serie. Un primera clase de la dirección de orquesta, actual director musical de la Ópera de Marsella, y llamado, sin duda, a ser reconocido como uno de los grandes. Lo ha sido con este Ernani pleno de impulso y pulso verdianos, de fantasía, de atención al detalle y de esa inspiración, aún tan belcantista que distingue a este Verdi primerizo pero ya perfectamente definido en estilo y forma. Concertó foso y escena, ya desde el prometedor preludio, con la enunciación del tema del terrible pacto entre Ernani (Don Juan de Aragón) y Don Ruy Gómez de Silva, con naturalidad, equilibrio y alto dominio. Con intenso sentido teatral, Spotti cantó con los cantantes he hizo cantar a la una vez más excepcional Orquestra de la Comunitat Valenciana y al Cor de la Generalitat en día de gloria con riqueza de colores, registros y matizado criterio. Dirección efectiva, natural e inspirada, en cuyas formas, maneras y actitud late el magisterio de Gelmetti, Noseda y Gatti. Su retorno es imprescindible.”
(Justo Romero, Levante)
"La Orquestra de la Comunitat Valenciana y el Coro de la Generalitat Valenciana rayaron a gran altura. La batuta milanesa de Michele Spotti tiene una musicalidad envidiable, dirigiendo a los músicos del foso y a los cantantes en escena, y bailando algunas cabalettas. Si se nos permite el juego de palabras, su apellido debería ser, más bien, 'Spottifino'."
(Francisco Bueno Camejo, Valencia News)
"La gran sorpresa de estas representaciones es sin duda la del director de apenas 30 años, Michele Spotti; todo un acierto que hay que apuntar a Jesús Iglesias por haberlo traído para estas representaciones verdianas. Muy aplaudido y braveado en el turno de saludos, llevó a cabo una magnífica dirección musical plagada de matices, sentido dramático, rebosante de variedad dinámica y rítmica, con ese sutil arte del rubato tan de los maestros italianos. En definitiva, una dirección verdiana por los cuatro costados y con una gestualidad heredera de los grandes maestros en este repertorio. Todavía muy joven, mostró ya un dominio de todos los frentes- coro, orquesta, solistas- y una madurez verdaderamente sorprendente para lograr una lectura modélica y a la vez disfrutar, como le vimos, de ello. Cierto es que tener en el foso una orquesta tan dúctil como la titular del teatro, ayuda. Sin miedo a equivocarme tenemos gran director para las próximas décadas. Quiero pensar en que la dirección artística del teatro ha tomado buena nota y retornará más pronto que tarde."
(Joaquìn Guzmàn, ABC Valenciana)